lunes, 28 de noviembre de 2005

¿Es grave, doctor?

Cada vez me gusta más la música de Robbie Williams.

"I wanna sleep forever..."

Sueño que estoy en casa de mis padres. Sueño que es invierno y que hace fresco. Sueño que me acurruco en el sillón viendo una película en la tele. Una en blanco y negro, con señores de gabardina que ajustan el ala del sombrero para que la lluvia no les moje la cara. Sueño con el sabor que me ha dejado el Nesquick caliente en la boca. Sueño con que voy a mi cama, perfectamente perfecta. Sueño con la agradable sensación del peso de la manta sobre mi cuerpo y el tacto suave de la sábana de lunares azules, dulcificada tras años de lavados. Sueño que el sueño me vence en blando duelo.

Sueño que no sueño nada y que nada me despierta. Y en la cadena suenan los Dandy Warhols...

domingo, 27 de noviembre de 2005

Blanca y dulce Navidad

Todavía estamos en noviembre y ya estoy hasta los huevos de la Navidad. No quiero que se institucionalice la obligación de ser feliz y de comprar miles de regalos para mayor gloria de El Corte Inglés. Y, sobre todo, cuando uno no puede hacer todos los regalos que quisiera hacer, ni quedar bien con todo el mundo, ni repartir el cariño que de verdad apetece repartir (en cualquier época del año) y, sobre todo, cuando uno está a años luz de ser feliz, siquiera de sentirse medianamente bien.

Odio la Navidad. Y, si esto me va a hacer caer bien entre los amargados como yo, pues odio odiar la Navidad. Hoy no quiero estar a bien con nadie.

martes, 22 de noviembre de 2005

Recurrencias

Esta mañana batí la mejor marca personal del año de "tiempo de ocio y reflexión camino del trabajo" o, lo que es lo mismo, tardé más que nunca en ir de mi casa a la oficina. En 1 h. 38' (una hora y treinta y ocho minutos) me habría dado tiempo a pensar en lo impensable y a escribir aquí la biblia en verso, pero no, sólo se me ocurrió una chorrada, que suele ser lo habitual. Estando yo metido en un tumulto de gente, el cual estaba metido a presión en un autobús, metido éste a su vez en un fenomenal atasco, me asaltó el siguiente pensamiento:
"En estos momentos, en algún lugar del mundo, alguien estará haciendo alguna gilipollez bajo el agua, probablemente dentro de una piscina con tiburones de esos que no muerden, y esta noche saldrá en todos los telediarios de las 9".