Pero mira que somos raros...

O soy, pero quiero pensar que no soy el único al que le pasa. Cuando estaba en mi tierruca echaba de menos viajar, moverme en un mundo globalizado y conocer gente de todos lados. Como si estuviese perdiéndome algo, vamos.

Dentro de tres horas tengo una reunión por conferencia vía web, en mi oficina de Madrid, con una parisina y un tío de Minneapolis, para preparar una reunión que tendré en Suiza dentro de 2 semanas con suizos, italianos, alemanes, franceses, portugueses, ingleses... y lo que echo hoy de menos es merendar chocolate con pan en mi pueblín, viendo como el viento empuja la lluvia contra el cristal de la ventana.