domingo, 3 de mayo de 2009

La dieta del yogur

Llega la operación bikini (también denominada operación "a-ver-cómo-me-las-apaño-para-esconder-las-lorzas-en-la-pijcina-sin-ahogarme") y tengo el santo remedio: La dieta del yogur caducado. 

La semana pasada descubrí detrás del bote de las aceitunas, en la segunda balda de la nevera, una remesa de tres yogures sumidos en el anonimato, que llevaban más de 10 días pasados de fecha. Ante la ausencia de olor o color más agrio o verde de lo normal, respectivamente, decidí finiquitarlos. Los dos primeros no hicieron gran efecto, pero al tercer día, con el último de la triada, resucitó mi tracto digestivo y se acomodó en el baño de tal forma que adelgacé más de dos kilos.

Señora, no espere más. A la mierda el apio, la alcachofa y los all-bran. Cómprese 16 yogures del Carrefour, déjelos en la nevera hasta que la tapa empiece a hincharse y cómaselos de una sentada. Vientre plano full time, se lo aseguro.

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