La diferencia entre realidad y ficción, entre lo serio y el chiste, entre la verdad (o al menos lo verosímil) y la mentira más abyecta... es una delgada línea roja. De hecho, a veces es transparente, invisible, inexistente.
Tal es el caso de este chiste que me ha llegado hoy vía whatsapp y del que llevo descojonándome toda la mañana porque parece hecho a medida para mi empresa. Me parece buenísimo, sobre todo porque no parece un chiste:
- Ayer hice un curso de Crítica Constructiva.
- ¿Y qué tal fue?
- Una puta mierda.
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