martes, 3 de noviembre de 2015

Una de espárragos

El otro día cometí el grave error de darle la mano a un vecino al que hace tiempo que no veía. ¿Habéis sacado alguna vez con la mano cinco espárragos blancos, tiernos y húmedos de una lata de la nevera? Pues esa fue la sensación.

Sólo pensar que con eso se sacude la sardinilla me hace dudar de si amputarme la mano a la altura de la muñeca o del codo.

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