La vida depara sorpresas cuando uno menos se lo espera. Hoy no fui a trabajar para hacer unas gestiones. Saliendo de casa me tropecé con el cartero mientras repartía el correo. Quién me iba a decir a mí que era una tía tan buena. Ya me dejó descentrado para todo el día.
Si no fuera por estos ratos...
1 comentario:
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